Terapia y política. Sobre el lawfare, la posverdad y el periodismo.
Tiempo de lectura: 2 minutosNo quiero dejar pasar por alto una cuestión política y social que me parece extremadamente trascendente.
Entiendo que haya personas que el abordaje político les choque por parte de un terapeuta y en un canal dedicado, principalmente, a la terapia y mi labor de difusión. Espero no ofender y, si no es de tu interés, ojalá lo dejes pasar. Pero desde mi punto de vista un terapeuta no puede estar de perfil frente a asuntos que son trascendentes para todos. Somos parte de una sociedad compleja. La gestalt comprende que el paciente está atravesado por la cultura, por tanto ni el paciente ni el terapeuta viven aislados de una realidad educativa, política, espiritual, económica, científica y social que deben tenerse en cuenta, explorarla y aprender juntos a revisar con finura lo que sucede y nos sucede. Son cuestiones, desde mi punto de vista, que forman parte de quienes somos y donde y cuando vivimos, cómo y con quién, y ojalá nos prestemos a debatirla más abiertamente.
El Presidente del Gobierno, el cargo político más importante del país, ha escrito una carta (https://efe.com/espana/2024-04-25/texto-integro-carta-a-la-ciudadania-pedro-sanchez/, os recomiendo leerla) en la que se ha dado de tiempo hasta el lunes para decidir si dimite (https://www.bbc.com/mundo/articles/cx8q94pq80eo).
El principal motivo es el acoso que está sufriendo su mujer. El lawfare es el uso de los jueces para aceptar denuncias (la mayoría son compuestas de bulos: https://www.rtve.es/noticias/20240425/manos-limpias-reconoce-denuncia-basa-informaciones-periodisticas-juez-debe-comprobar/16076076.shtml) en las que un juez afín (en esta caso el padre de una concejala del PP https://www.infolibre.es/politica/juez-investiga-mujer-presidente-salto-madrid-sustituto-alto-cargo-pp-hija-edil-partido_1_1777149.html) aceptan e imputan a determinados cargos políticos con el fin de justificar el ataque mediático y político.
Lo humano ha atravesado la política de una manera inédita cuando más deshumanizada está. Los políticos ya no tienen rivales, tienen enemigos. Ya no se discrepa, se odia. Cuando lo humano se cruza con lo político, quedamos descolocados, cortocircuitamos, porque lo humano ya es…
— Jordi Évole (@jordievole) April 27, 2024
He preguntado a varios abogados si esa actuación puede considerarse prevaricación, pero no me han respondido aún.
Son muchos los casos (https://www.publico.es/politica/monica-oltra-ada-colau-ocho-casos-lawfare-desato-caceria-judicial-izquierda.html, aunque en este listada falta uno de los más graves, junto con el acoso a Podemos: https://www.nytimes.com/2012/01/25/world/europe/renowned-spanish-judge-faces-charges-of-abusing-power.html)
🟢 De todo esto, sobre la carta y la oportunidad que nos da el movimiento de Sánchez, me gusta el enfoque de Ana Requena, en este breve podcast, sobre la importancia de reconocer los sentimientos, las personas, que hay en el cargo. Explica cómo la política no puede ser un espacio donde quienes la habiten tengan que convertirse en seres insensibles, capaces de soportar cualquier golpe, y que con ello se desconecten del vivir cotidiano. Esta polarización no debe continuar. Yo, al menos, no es por donde quiero ir (eso incluye moderar mis respuestas en twitter o IG, por ejemplo).
📣 https://open.spotify.com/episode/19BOWSTiE1oFun1gKxfMSd?si=eec2a199c020487a
Ojalá que este periodo sirva para que quienes tienen que dar el paso frente a la ruptura de la separación de poderes, lo den sin paliativos. Ciudadanía, jueces, periodistas y policía, deben organizarse para denunciar y crear sistemas que protejan este tipo de actuaciones.
Por ahora, solo algunos están respondiendo a la altura de las circunstancias (Pablo Iglesias o Puigdemont están demostrando con sus declaraciones que no lo están). Silvia Itxarrondo, la periodista que sorprendió a todos haciendo su trabajo, ha promovido un manifiesto (https://www.elplural.com/politica/espana/silvia-itxaurrondo-rosa-villacastin-maruja-torres-miles-periodistas-firman-manifiesto-defensa-periodismo_328997102) al que periodistas puedan sumarse para una posterior movilización.
Son momentos para una altura política a la que no estamos acostumbrados. Difícil.