Creciendo demasiado rápido; niñas «influencers» en Instagram
Estamos permitiendo que los niños crezcan demasiado rápido. Demasiadas tareas, demasiada soledad, demasiados caprichos que no pueden gestionar...
Estamos permitiendo que los niños crezcan demasiado rápido. Demasiadas tareas, demasiada soledad, demasiados caprichos que no pueden gestionar...
“Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas; más comodidades pero menos tiempo. Tenemos más títulos, pero menos sentido común;...
A raíz de un artículo sobre introducir yoga en las escuelas de primaria, La Vanguardia propone una encuesta sobre este tema y me sirve como excusa para tratar un tema que tengo pendiente desde hace tiempo: la anorexia espiritual.
Hay varios conceptos que nuestra cultura ha vivido (y padece) que provocan un rechazo generalizado a la meditación y a cualquier tradición espiritual. El yoga y el tai-chi tambíen lo son, pero al estar orientadas al cuerpo pasan por ser unas técnicas más físicas y de relajación a los ojos incluso de quienes lo practican y no tanto por ser una vía espiritual.
Estoy convencido que si el yoga se presentara como una forma de meditación profunda y no como gimnasia las resistencias y prejuicios se habrían disparado y su aceptación hubiera sido menor. Pero es que el yoga es precisamente eso, una forma de estar aquí y ahora, y con nuestro cuerpo.
Está desmostrado que quienes practican algun tipo de meditacion regularmente son personas con mejor sentido del humor, más abiertas al amor y que superan con más facilidad los problemas, sin tanto sufrimiento. Si tan beneficiosas son sus consecuencias.. ¿qué nos hace sentir rechazo y pereza?
Algunos de los conceptos que siguen afectando a nuestras creencias y, por lo tanto a nuestra vida, son: