La impronta del nacer
Sobre el parto, el dar a luz y el embarazo, incluso sobre la concepción...
Sobre el parto, el dar a luz y el embarazo, incluso sobre la concepción...
Está claro que cada vez que se dicen cosas como "sin ti no puedo estar", "no me dejes",...
En los momentos difíciles, como cuando alguien querido muere o esta en proceso de morir, si mantienes tu...
Hace años, cuando antes de formarme empecé a hacer mi propia terapia, mi terapeuta me explicó en la segunda o tercera sesión un cuento. Con el paso del tiempo he ido adaptando ese cuento en mi memoria. Cuando lo escuché reconozco no comprender bien lo que me quería decir. Tenía que ver con mi momento personal y me dió fuerza y esperanza, pero sobre todo, con el paso de los años, he entendido que ante todo lo que transmite es la humildad de reconocer lo pequeños que somos ante el paso del tiempo y que la vida tiene un curso y que cuanto más intentemos controlarlo o evitar cualquier de sus propuestas simplemente nos trae sufrimiento. Las palabras que me llevo cada vez que recuerdo ese cuento es ACEPTACIóN y ENTREGA.
La aceptación del devenir de la vida, la aceptación y reconocimiento de las emociones básicas como el miedo, la alegría, el dolor, la rabia y el poder. Tan alejados estamos de ellas que se han transfigurado y hemos llamado miedo a la cobardía, felicidad a la
A menudo, sin darnos cuenta, pasamos nuestra vida tratando de evitar un dolor o situación fantasiosa en la que creemos que vamos a sufrir. Nuestra vida se basa en eso. Creamos estructuras, creencias y corazas que no nos dejan sentir. Cada vez eso nos aleja mas de las de nosotros mismos y de las demas personas. Eso provoca que cada vez nos sintamos más solos y necesitando o rechazando más su amor. A su vez, creando una falsa sensación de seguridad y equilibrio que, al sentir intuitivamente falsa, nos sumerge en una desesperación e insatisfacción continuas. Pero ante esa necesidad el sistema de defensa actua de nuevo y en lugar de abrirnos nos encerramos aun más, endurecemos nuestra coraza, y nos centramos en las emociones y necesidades substitutorias (pensando que a través de los hijos, de un futuro prometedor o una nueva casa se resolverá ese problema).
Sólo atravesando el dolor de despojarse de esa coraza, de llegar a sentir el dolor y la herida inicial podremos encontrarnos con nosotros mismos, sanar las heridas primigenias originales y abrirnos a un nuevo espacio sincero, lleno de paz, confianza, amor y aceptación.
En terapia…
Gran parte de nuestro sufrimiento viene de la necesidad de cariño, de afecto y aceptación que deseábamos de...
Cuando el miedo le gana la batalla al amor y la razón se adueña de la vida, mi corazón se...