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Lola Jacoby Hoffman: Nuestra limitación como sociedad

Tiempo de lectura: 5 minutos

Dice Lola Hoffman que actualmente, nosotros somos al mismo tiempo unidades independientes que solo raras veces se unen para funcionar como una unidad integrada y con propósito comun. Cuando no ocurren mayores catástrofes, cada individuo sigue más bien sus intereses particulares. Pero en caso de hambruna, inundación, terremoto o guerra, los hombres principian a actuar más bien en favor de los intereses del grupo, adquiriendo la sociedad, entonces, las caracteristicas de un organismo integrado.

En la historia de la raza humana jamás el peligro había sido tan extremo. Puede ser que la humanidad necesite este catalizador para empujarnos hacia un nivel más alto. Esta crisis, por lo menos, podría llevamos a cuestionar algunas de nuestras actitudes basicas y la mayoria de nuestros valores.

Las preguntas que nos planteamos actualmente son: ¿Para qué y por qué estamos aqui? ¿Que’ es lo que deseamos realmente? ¿No es la vida algo mas valioso de lo que creíamos? ¿Por qué no somos el superorganismo que potencialmente podríamos ser?

Lo que caracteriza a un organismo que funciona exitosamente es el fenómeno de que todos sus componentes funcionan juntos en forma natural, espontánea y en armonia con el todo. Esta interacción puede ser descrita con la palabra sinergia. Cada elemento individual del sistema trabaja tratando de alcanzar sus propias metas. Los elementos de un sistema sinérgico se apoyan mutuamente, fomentando así el funcionamiento del sistema entero.

Un excelente ejemplo de un sistema con una alta sinergia es nuestro cuerpo. Si no fuera así, el cuerpo seria algo como una masa gelatinosa en la cual cada ce’lula trabajaría para sí sin contribuir al resto del cuerpo. Desgraciadamente, la mayor parte de la sociedad humana parece encontrarse en un estado de sinergia relativamente bajo. Muchas de nuestras crisis son sintomáticas de este problema. En el presente momento histórico la punta de lanza de la evolución es nuestra conciencia. El proceso evolutivo se ha internalizado en el alma de cada uno de nosotros.

«Lo que necesita cada uno de nosotros es una profunda transformación personal, un cambio de perspectiva.»

Desde la publicación en 1970 del libro The Structure of Scientific Revolutions, de Thomas Kuhn, los cientificos modernos se refieren al proceso de cambio de perspectiva en términos de Creación de un Nuevo Paradigma. El paradigma domina la manera de pensar de los cientificos como también la manera de interpretar las observaciones experimentales.

Kuhn llamó Paradigm shifl, o trastrocamiento del paradigma, al momento en que los fenómenos que no calzan con el paradigma se hacen tan evidentes que ya no es posible ignorarlos. El trastrocamiento del paradigma lleva a un cambio del concepto del mundo. Los modelos mentales que estan en la base de la construcción de nuestras percepciones condicionan todas nuestras experiencias y determinan para cada uno de nosotros aquello que es nuestra realidad, Estamos predispuestos a ver en nuestro ámbito ciertas caracteristicas con mayor claridad que otras. Los realces mentales pueden afectar nuestra realidad emocional. Asi, por ejemplo, una persona que siente que nadie la quiere o respeta tiene una disposición mental negativa. Todo lo que oye lo interpreta negativamente.

Y también nuestra manera de evaluar el mundo es aceptada por el fenómeno del realce mental, Si no vemos otra cosa que la amenaza de un colapso moral o económico, si solo prestamos atención a la tensión internacional y a la agresividad humana que, infaliblemente, tendra que conducir a una tercera guerra mundial, si solo pensamos en catástrofes, guerras y hambrunas, entonces, por supuesto, estaremos dispuestos a prestar atención solo a las noticias que se refieren a estos fenómenos negativos, Lo que necesita cada uno de nosotros es una profunda transformación personal, un cambio de perspectiva.

Estos fenómenos son extraordinariamente potentes. Ellos determinan cómo hay que interpretar informaciones sensoriales, qué experiencias hay que aceptar como reales y cuáles rechazar como irracionales; qué diarios comprar, dónde orientarse, etcétera.

Existe un modelo aún más fundamental: la manera de mirarnos a nosotros mismos y de interpretar las relaciones que tiene nuestro Yo con todo lo demás. Este modelo básico condiciona todo nuestro pensamiento, toda percepción y toda acción. El modelo más comun del Yo es aquel que usamos para actuar, Es un del resto del mundo, Al funcionar segun este modelo, Vivimos nuestra Vida diaria con el supuesto de que Yo estoy aquí adentro mientras todos los demas estan allá afuera. Alan Watts lo llama «el Yo encapsulado en su piel»

Sin embargo, para un gran numero de hombres modernos este modelo del Yo no es el único modo de verlo. También es posible un modelo complementario, radicalmente diferente: el modelo de un Yo universal, un Yo cuya cualidad esencial es la unión, es decir, un Yo que desea la unidad con el resto de la creación. Desgraciadamente, el modelo que prevalece en el mundo es el del Yo encapsulado en su piel. Es muy probable que este modelo esté en la raíz de la mayoría de los problemas de la humanidad. Cuando el Yo encapsulado en su piel es el unico sentido de si mismo, nosotros dibujamos nuestras identidades separadas según ciertas características: nacionalidad, profesión, edad, amigos, caracter, personalidad, pensamientos, estatus social, etcétera, características que nos distinguen de los otros.

El Yo encapsulado necesita continua mantención, alimentación y protección. Una gran parte de la actividad humana está engranada para establecer y defender nuestra identidad. La baja sinergia de nuestra sociedad se debe a esta necesidad. Necesitamos a la gente para que nos reafirme con demostraciones de aprecio y aceptación. La Vida se transforma en una busqueda de refuerzo personal, búsqueda que puede a veces consumir una gran parte de nuestro tiempo y energía.

Otra fuente de identidad son las creencias que defendemos apasionadamente, lo que vemos a menudo en los gobiernos, que prefieren aferrarse a su política a pesar de que esta ya no sea viable en vez de admitir la posibilidad de una equivocación.

«La mayoria de las más sangrientas y encarnizadas luchas se libraron en defensa de sistemas de creencias.»

Sabemos que mucho más tarde las naciones más desarrolladas tendran que reducir su consumo de materiales de primera necesidad. Pero mientras la identidad personal sea reforzada por la propaganda de consumo, el público no recibirá con simpatía la sugerencia de un estilo de vida mas sobrio. Pocas personas estaran dispuestas a reducir su consumo de gasolina mientras deriven todavia con fuerte sentido de identidad de un automóvil grande y lujoso.

«Parece que nuestra necesidad de afirmar nuestro ego nos lleva a resistir los cambios que mas necesitamos.»

Todavía nos preguntamos que podríamos hacer con el mundo en vez de preguntar qué hacer con nosotros mismos. Estamos seguros de que el problema mundial real radica en las limitaciones de nuestra mente. Es importante que sepamos que tenemos el conocimiento necesario para cambiar el curso de los acontecimientos problematicos y evitar la catástrofe.

Asi, por ejemplo, el mundo tiene el conocimiento de la tecnología para introducir, en vez de combustibles fósiles, recursos renovables como la energía de las mareas, del viento, solar, la fuerza geotérmica y la hidroelectricidad. Todas estas fuentes podrían satisfacer la mayor parte de las necesidades mundiales. Sin embargo, la proporción del presupuesto empleado por las naciones desarrolladas en la investigación y desarrollo de fuentes de energía renovables es menos que el 1 por ciento del dinero gastado en aumentar nuestra dependencia de las reservas de petróleo. El hombre domina y manipula la naturaleza; es agresivo y nacionalista; sus metas son una maxima productividad, el progreso material y la eficiencia económica. Esta manera de concebir el mundo nació con la Revolución Industrial. Se necesita de grandes y fundamentales cambios en este modo si queremos evitar la catástrofe; cambios en nuestros requerimientos y en nuestros procedimientos. La nueva manera de concebir al mundo no podra ser sino ecológicamente sana, no explotadora, pacifica, humana y cooperativa.»

  • Este texto pertenece al libro publicado por Editorial Sudamericana, escrito por Leonora Calderón, donde relata la biografía de su abuela, la fisióloga, psiquiatra, psicoterapeuta, activista y feminista Lola Hoffman (Lola Jacoby es su nombre de soltera). Bajo el título de «La revolución Interior» es un libro que abre las puertas a concoer una mujer brillante, adelantada a su tiempo, que con su actitud abierta y entregada fue gérmen de muchos proyectos y procesos de gran ayuda y relevancia en muchos campos. Una de esas mujeres tan extraordinarias como poco conocidas.
Manuel Cuesta Duarte manuelcuesta@paziencia.com

Manuel Cuesta, soy terapeuta gestalt con consulta en Granollers y online. Dirijo Paziencia desde 2010. Ofrezco acompañamiento en terapia individual y de pareja, dirijo grupos de supervisión para terapeutas y grupos de terapia. Colaborador de Cherif Chalakani desde hace 14 años. He sido docente del Proceso Hoffman en España, dirigido grupos de hombres en movimiento y colaborado con diferentes escuelas de formación Gestalt y corporal.

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