Libertad, independencia y otras palabras huecas
Tiempo de lectura: 2 minutosLibertad es una palabra hueca. Interesadamente hueca. Como lo era independencia o patria. Una palabra que, sobre todo, no había que definir. Una palabra vacia para que cada quien la llenase con lo que quisiera.
Definirla no tiene utilidad para el populismo. Si acaso, ellos proponen que se defina por oposición. Es decir, que si para ti libertad es amor, lo contrario seria odio. Si para ti es bienestar lo contrario seria sufrimiento. Ellos no necesitan definirla, solo apropiarsela. De ese modo, quienes no sean ellos ocupan el lugar de la sombra.
Por eso les conviene seguir agrandándola y fagocitándola. Ahora Ayuso recibe de Vargas Llosa, el premio a la Libertad, de su «Fundación Internacional para la Libertad». Debe ser algo similar a la Oficina del Español o el Ministerio de los Andares Raros.
Por aclarar, los enemigos de la libertad son quienes, por ejemplo, piden que haya centros de atención primaria de noche y en fin de semana. Es decir, tu y yo.
Y funciona. Porque lo ponen fácil. No es complejo y aburrido como explicar un sistema de pensiones.
Lo fácil vende porque se puede consumir rápido y pasar a otra cosa. No me obliga a deterneme, a hacer contacto, a pensar, a revisar la cuestión con detenimiento. No va de eso la vida ahora. Va de consumir y de estar agotados. Va de tener 2000 seguidores mínimo en IG. Va de ver 400 tiktoks por día. Va de tragarse tres temporadas de 21 capítulos de cualquier serie en un fin de semana (o entre semana). Va de eslóganes, memes y tweets como fuente de información. Va de fomentar eso y el alcoholismo y el cansancio y el no llegar a todo. Va de competir con el de al lado y expoliar al que está al otro lado del horizonte. Y funciona.