Resolver problemas
Tiempo de lectura: 2 minutosDice Juan Luis Arsuaga:
«El pesimista no hace nada. Es un egoísta que se justifica. Un egoísta que utiliza el pesimismo como coartada para no hacer nada. El optimista es el que cambia las cosas. El pesimista no cambia nada. El predicador tampoco.
Vivir es estar permanentemente a punto de morir. La vida de las sociedades, de cualquier sistema, en realidad, es un equilibrio dinámico.
La vida es una crisis permanente. Muchas veces se pregunta: «¿Qué es lo que causa la extinción de las especies?». Pero la pregunta está mal formulada.
La pregunta es: «¿Qué es lo que hace que las especies no se extingan?», porque todas las especies están siempre al borde de la extinción.
Unas son más resilientes que otras, pero un mundo estable, tal y como se concibe la estabilidad, no es real. El mundo está en permanente inestabilidad.
La cuestión es aprender de esta pandemia para que no se repita.
Cuando escucho que si nos pone en nuestro sitio como especie, me suena a curas, a predicadores. Ya solo falta que nos digan que nos lo merecemos, que es un castigo de la naturaleza.
Toda la predicación bíblica que está aflorando ahora me parece lo más grave de esta epidemia. Es la vuelta de los charlatanes, del pensamiento mágico, algo que pensábamos que de verdad había desaparecido.
«Arrepentíos», solo les falta decirles. «Es el último aviso».
Nadie había pensado que se habían acabado las epidemias. Tal es así, que hay una especialidad médica dedicada a ellas: la epidemiología. Hay que utilizar el pensamiento racional para solucionar los problemas.
La definición de vida más acertada que yo conozco es una de Karl Popper: All life is problem solving. Los minerales no tienen problemas, los muertos tampoco. Es la vida: resolver problemas.»
Enlace para saber más. https://www.bbc.com/mundo/noticias-52458849
Imagen de PePeEfe – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0