El principio de placer
Tiempo de lectura: < 1 minutoCreo que el placer mas básico es el de la propia conciencia de Ser, de existir y pertenecer a la existencia. Pero esto se ve trastocado en muchos momentos de nuestro propio embarazo e infancia. Recuperar ese placer primario es alcanzar un punto cero necesario para sanar cuantas heridas hemos ido adquiriendo respecto a la dignidad, el derecho, a atender el impulso vital que nos atraviesa incesante; de experimetar el placer en cada una de las infinitas posibilidades que tenemos como seres humanos. Nuestra propia biografía, la moral y cultura en la que nacemos y nos criamos, los insistentes mensajes externos que luego adoptamos como propios, se repiten como mantras creando, modelando, una autoimagen mutilada y muy alejada esa libertad y dignidad de sentir que Somos y Pertenecemos sin deuda, sin culpas, sin sacrificios y por igual. Pero podemos ir creando espacios donde sanar, retornar a ese punto cero. La meditación lleva inequívocamente ahí. El vacío fértil del que hablamos en Gestalt tambien tiene ese mismo sentido. Lo mismo en psicocorporal. Pero lo común a todas las vías es el tiempo. Darse tiempo. Alcanzar un tiempo sin tiempo. Donde la conciencia ordinaria, tan estructurada en pensamientos y recuerdos, sea solo un rumor y podamos reconocernos más allá de lo linealy lo conocido. Asi, por esa relación, creo que la prisa, la obligación, la exigencia en cualquiera de sus formas, es contraria al principio de placer.